Todo amante de las loterías busca la fórmula secreta para llevarse el gran premio, o tiene su propio número de la suerte o método con el que tal vez arañar una mayor probabilidad. Sin embargo, en este sentido hay muchas discrepancias: matemáticos y otros profesionales han investigado cómo adulterar el azar e incluso han diseñado diversos softwares con los que llegar a comprender la aleatoriedad y la capacidad de volverla a nuestro favor. No se ha llegado aún al consenso, pero lo que sí se han establecido claramente son fórmulas con las que calcular la probabilidad real de cada lotería en función de las diferentes combinaciones que puedan llegar a salir.

Una de las más famosas dentro de la lotería mexicana es Melate, que ya se puede jugar fuera de México. Pues bien, la probabilidad en este caso se sitúa en tres millonésimas partes de un uno por ciento (0.000003%). ¿Disparatado? No lo es si lo comparamos con otras loterías. Por ejemplo Revancha, también de origen mexicano, requeriría un premio de valor superior al de Melate para recuperar el importe jugado en el mismo número de jugadas, aunque detrás de este resultado hay sofisticadas operaciones matemáticas con que evaluar la probabilidad.

La famosa Mega Sena, originaria de Brasil, tiene mucho éxito en toda Latinoamérica. Las probabilidades de éxito son de 1 entre 50.063.860 si pretendiésemos acertar 6 de 6. Sin embargo, cuando nos conformamos con el premio correspondiente a 4 de 6, las probabilidades de éxito aumentarían significativamente hasta llegar a 1 entre 2.332.

En cualquiera de los casos, nos estamos centrando en los premios más cuantiosos, pero en todas ellas se puede acceder a premios más discretos e incluso simplemente a recuperar lo apostado, algo más que suficiente para la mayoría. Si la inversión es recuperable en una probabilidad muy alta, es un aliciente para muchos, pero si además la probabilidad, por remota que sea, de ganar el premio gordo está implícita, jamás perderemos la esperanza de despertarnos un día siendo inmensamente ricos.